Page 865 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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IV. CONCLUSIONES
En este sentido, para estas nuevas estructuras dentro de las organizaciones adminis- trativas la introducción de medidas de carácter ambiental en la agricultura siempre es bien acogida, pero, generalmente, se considera que, al surgir como consecuencia del desarrollo de la Política Agrícola Común, son competencia de la clásica admi- nistración agraria. Únicamente, en los casos en que dentro del Programa Agroam- biental o de alguna de las otras medidas de acompañamiento, como el Programa de Forestación de Tierras Agrícolas, se tratan temas que, desde estas nuevas adminis- traciones, se considera que atañen a sus competencias, es cuando han mostrado un mayor interés en implicarse en ellos, provocando, en ocasiones, conflictos con los departamentos encargados del sector agrario. Este tipo de conflictos se ha generado tanto a nivel de la Administración central del Estado como en los niveles autonó- micos. En concreto, en la Comunidad Autónoma de Andalucía se han suscitado conflictos de atribuciones en más de una ocasión, en la ejecución del Programa de Forestación, así como en el de Medidas Agroambientales, ya que en ambos casos la delimitación de los cometidos de cada sección presupuestaria no está nítidamente trazado porque se trata de nuevas actuaciones que comportan actividades que in- ciden tanto en el sector agrario como en el ambiental, teniendo que repartirse, por
159 primera vez, lo que corresponde a cada departamento .
Por lo que respecta a la provincia de Huelva, se puede puntualizar que en la prime- ra asamblea de la asociación de agricultores y ganaderos ecológicos de Andalucía, acontecida el día 13 de abril de 2002 en el Palacio de la Diputación Provincial de Córdoba, el representante de las comarcas onubenses se lamentó de la presión que los funcionarios de la Delegación Provincial de Medio Ambiente ejercen sobre los agricultores y ganaderos ecológicos, que dentro de los límites geográficos del Par- que Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, no permiten, prácticamente, ninguna actividad. De esta manera, se perjudican las posibilidades de comercializa- ción y no se entiende cómo por una parte la administración andaluza promociona la marca Parque Natural y, por otra, no deja de poner trabas a la práctica de la agricultura y ganadería ecológicas en su ámbito. Si no existe producción ecológi-
159 “El Gobierno peruano solicitó la asesoría de un grupo consultor encabezado por ellos para el planeamiento institucional eficiente de la política de conservación de los recursos naturales y el medio ambiente. La política respectiva estaba distribuida entre organismos distintos, como el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Pesca, etc. El grupo consultor analizó la propuesta tradicional para estos casos de corte formalista, la de crear un Ministerio del Ambiente, que concentrara todas las funciones de los organismos que trabajaban en este tipo de actividades y aplicara una política unificada con respecto al medio ambiente; pero descartó esta propuesta basándose en un análisis político-institucional de sus posibles consecuencias. De crearse un ministerio que concentrara todas las actividades, el trabajo fundamental de éste se concentraría en los años siguientes en una lucha muy ardua con los organismos respectivos, que procurarían defender las facultades que se les estaban arrebatando; en una seria competencia por los recursos presupuestarios asignados a toda esta esfera, ya que esos organismos no aceptarían retroceder en este aspecto básico; y en una pugna por los recursos humanos especializados existentes para el manejo de políticas de este tipo, que son lógicamente limitados”.
KLIKSBERG, B.: Gerencia pública en tiempos de incertidumbre. Instituto Nacional de Administración Pública. Madrid. 1989. Pág. 28.
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