Page 878 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva

EL PROGRAMA DE MEDIDAS AGROAMBIENTALES EN LA PROVINCIA DE HUELVA
las prácticas que se utilizaban en la agricultura tradicional durante siglos han sido prácticamente olvidadas por las nuevas generaciones de labradores, lo que hace imprescindible una labor educacional que debe ser auspiciada por los organismos responsables en materia de extensión agraria con la ayuda que se estime necesaria de las Universidades, Institutos Técnicos, Centros de Investigación agraria y otros centros especializados en agricultura y ganadería. También es importante recabar el asesoramiento de ciertas instituciones que llevan muchos años trabajando en este campo, con personas que tienen una valiosa experiencia para compartirla con
178 los nuevos labradores ecológicos .
Por último, hay que tener presente que la conversión de las explotaciones convencio- nales en otras donde se pueda producir ecológico requiere unos períodos estipulados por la reglamentación aprobada para la certificación de sus productos. Una explo- tación convencional puede tardar hasta cinco años179 en lograr que los organismos acreditados como el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica avalen sus artículos. Por tanto, durante este tiempo es necesario que los agricultores y ganaderos reciban unos ingresos suplementarios suficientes para su sostenimiento. Precisamente uno de los objetivos de las ayudas y subvenciones del Programa de Medidas Agroambien- tales es compensar la pérdida de renta que sufren los titulares de las explotaciones agrícolas durante el período transitorio de las mismas. Además, la transformación de las granjas requiere inversiones económicas para adaptarlos a una agricultura y ga- nadería naturales, en las que las labores se realizan de forma manual y no se emplean muchas de las maquinarias ni los aprovisionamientos que se usaban en la práctica anterior, por lo que deberán ser amortizados. En todo caso, el principal apoyo fi-
178 Precisamente el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en su sesión celebrada el día 19 de diciembre de 2006, aprobó un decreto para regular las entidades de asesoramiento a las explotaciones agrarias andaluzas. El Decreto 221/2006, de 19 de diciembre, por el que se regula el reconocimiento y registro de las entidades que presten servicio de asesoramiento a las explotaciones agrarias en Andalucía y la concesión de ayudas a su creación, adaptación y utilización, se publicó en el BOJA núm. 10, de 15 de enero de 2007. Se asesorará a los agricultores sobre salud pública, sanidad vegetal y animal, bienestar de los animales, seguridad laboral y cumplimiento de las condiciones agrarias y medioambientales exigidas por la normativa comunitaria.
179 “Una estrategia importante en la agricultura sostenible es restaurar la diversidad agrícola en el tiempo y el espacio a través de sistemas alternativos de cultivos, como rotaciones, plantas de protección, intercultivos, o mezclas de cultivo/ganado que actúan de forma ecológica.
El proceso de convertir un sistema convencional de producción, que depende en gran medida de insumos sintéticos basados en petróleo, a un sistema gestionado con bajos insumos no es meramente un proceso de retirar los insumos externos, sin que haya que llevar a cabo una sustitución compensatoria o una gestión alternativa. El proceso de conversión de un manejo convencional de altos insumos a un manejo de bajos insumos externos es un proceso gradual.
Un proceso de conversión permite a los agricultores obtener una reducción significativa del uso de plaguicidas, estableciendo, por lo tanto, un marco para iniciar la sustitución del insumo (por ejemplo, control biológico, fertilización orgánica) para, finalmente, entrar en el diseño de sistemas integrados, que pueden incluir la producción pesquera, la rotación de cultivos y la integración de la ganadería.
El proceso de conversión puede demorar desde uno hasta cinco años, dependiendo del nivel de artificialidad y/o degradación del sistema original de altos insumos”.
ALTIERI, M. A.: Op. Cit. Pág. 16. 878