Page 881 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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Sociedad Anónima), así como su antecesora y ya desaparecida G.E.T.I.S.A. (Em- presa Pública para la Gestión de Tierras, Sociedad Anónima), dependientes de las Administraciones Públicas, y en concreto, la segunda y la tercera, de las Conseje- rías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca, respectivamente, de la Junta de Andalucía. En todo caso, actuando como medio propio de las autoridades o por encargos de ejecución, los trabajadores de estas empresas han intervenido en el desarrollo de los programas, normalmente, bajo las directrices de los funcionarios responsables de los servicios encargados de su ejecución.
Posiblemente hubiera sido un despilfarro económico la creación de flamantes or- ganismos, específicamente, para la puesta en marcha de las nuevas medidas, pero es cierto que surgieron disfunciones en su desarrollo, como las referidas a la cues- tión competencial, manifestada en puntos precedentes. Además, lo que ha queda- do claro es la escasez de personal, tanto técnico como administrativo, para llevar a cabo los trabajos que conllevan los expedientes tramitados. Aunque en el caso de las medidas agroambientales el número de los mismos que se ha culminado no es
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tan elevado como en el caso del programa de Forestación de Tierras Agrarias
sí hubieran requerido el aumento de los puestos de trabajo en los servicios cen- trales y periféricos que han llevado a cabo estas tareas. Otra deficiencia que se ha observado en la tramitación de los expedientes, relacionada con la organización competente, es la ausencia de una tecnología adecuada en el control administra- tivo de los mismos. Aunque parezca mentira, en la era de la informática, la trami- tación ha acumulado retrasos enormes debido a la falta de programas ofimáticos adecuados para el procesamiento de la información y su trasvase a los servicios centrales de la Consejería, incluso por la escasez de equipos de computación, en los primeros años de desarrollo del Programa, fundamentalmente. Seguramente, este mal funcionamiento no se hubiera solucionado con la creación de un ente específico para la gestión del mismo, aunque es posible que la dotación ex-novo hubiera colaborado a paliar estas deficitarias situaciones.
Es común oír las quejas de los beneficiarios de las ayudas y subvenciones sobre la lentitud de la Junta en contestar a sus demandas. No saber si una solicitud ha sido aceptada en el momento de las labores previas a la siembra, puede significar que los métodos utilizados no sean los permitidos para obtener la subvención. Del mismo modo, una vez finalizadas las tareas de siembra y recolección, o cuando transcurre
183 “Las cifras de hectáreas forestadas y de pesetas subvencionadas y certificadas de la Comunidad Autónoma de Andalucía son las más altas en comparación con el resto de regiones del Estado. Así, en cuanto al número de hectáreas, en las solicitudes resueltas a finales de 1996, es de 164.728,34. Por lo que respecta al importe que sumaban las peticiones que se habían resuelto a esa fecha es de 42.850.441.534 pesetas”.
PRIETO RODRÍGUEZ, S.: El Programa de Forestación de Tierras Agrarias en la provincia de Huelva. Universidad de Huelva. Huelva. 2001. Págs. 89 y 90. (Tesis de licenciatura inédita).
IV. CONCLUSIONES
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