Page 883 - El Programa de Medidas Agroambientales en la provincia de Huelva
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Por tanto, las estructuras existentes tuvieron que asumir la ejecución del Progra- ma de Medidas Agroambientales y, aunque la creación de unas nuevas hubiera sido demasiado costoso, sí hubiera sido necesario una adaptación, reforzando las dotaciones de personal, tanto de carácter técnico como administrativo, y, asimis- mo, los recursos materiales, ya que estos elementos estaban obsoletos y no ser- vían para desarrollar la acumulación de tareas que se ha producido, provocando constantes retrasos. Otro tanto se puede afirmar del resto de las organizaciones implicadas en el diseño e implementación de las actuaciones. No obstante, hay matices que diferencian las consideraciones que cabe hacer sobre ellas. Hay que tomar en cuenta que la organización que ejecuta las medidas y se interrelacio- na con los beneficiarios de las mismas es la autonómica y, por tanto, ésta es la que necesita mayor adaptación. La estatal, mediante el Ministerio de Agricultu- ra, Pesca y Alimentación es, prácticamente, un intermediario, aunque sustancial en el proceso de implementación normativa, puesto que sin su intervención en el mismo, los gobiernos regionales no pueden aplicar en sus territorios las Me- didas Agroambientales. Pero en cuanto a las tareas ejecutivas, el departamento ministerial se limita a complementar las ayudas, en una parte, y a realizar algunas comprobaciones de campo, de forma aleatoria y no muy numerosas. Por su lado, las instituciones europeas tienen limitada su función a la configuración de la nor- mativa básica que rige la concesión y control de las ayudas, tarea que es esencial, lógicamente; pero para la que la mencionada organización está preparada, porque éste es su cometido, normalmente, como diseñadora de las políticas que luego han de aplicar los Estados miembros. Por supuesto, también realiza el pago de la parte más sustancial de las ayudas, y algunos controles, todavía más aleatorios y menos numerosos, que los de los Estados miembros.
También es necesario destacar otro aspecto del Programa de Medidas Agroam- bientales que representa una novedad en cuanto a la gestión que vienen desarro- llando este tipo de organizaciones. Se trata de una manera especial, por su ori- ginalidad en las Administraciones Públicas españolas, aunque en otros ámbitos, distintos del sector agrario, se han aplicado, posteriormente, formas semejantes. Quizás faltó preparación a la hora de afrontar este nuevo modo de gestionar las ayudas. Por primera vez, en el ámbito de la Política Agrícola Común, se establecía un procedimiento similar al contractual entre los beneficiarios y las administra- ciones gestoras de los programas. Esta modalidad para la concesión de las subven- ciones no era desconocida en otros Estados miembros de la Unión Europea, como el Reino Unido o Dinamarca, donde ya habían aplicado fórmulas similares y, por tanto, tenían un marco administrativo experimentado en estas actuaciones. Sin embargo, En España y en sus Comunidades Autónomas la gestión de las ayudas a través de la firma, por parte de los beneficiarios de unos compromisos, en cuan- to a las prácticas respetuosas con el Medio Ambiente que asumían, significó un
IV. CONCLUSIONES
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