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PARTE 1. REDES SOCIALES, GÉNERO Y VIOLENCIAS DE GÉNERO
3. SOBRE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO ON-LINE:
¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
3.1 Heteropatriarcado y machismos: de las
viejas estructuras a las nuevas redes
sociales
Desde los feminismos se han realizado grandes es-
fuerzos para visibilizar la relación entre el patriar-
cado y las violencias machistas. Además ya se han
conseguido grandes logros y generar acciones para
ir erosionando el heteropatriarcado y hacer frente a
las violencias de género. También, desde entrado el
siglo XXI, gobiernos y administraciones públicas han
empezado a atender al problema de las violencias de
género y han elaborado leyes y actuaciones contra la
violencia de género, en Andalucía también e incluso
más que en otras comunidades autónomas. Sin em-
bargo, de momento, resultan claramente insuficien-
tes pues el patriarcado sigue fuertemente anclado
en nuestras estructuras y, con ello, la violencia de
género no disminuye (Vergés, 2012; FRA, 2014). In-
cluso peor, siguen reproduciéndose y adaptándose
a nuevos ámbitos y nuevas formas de relacionarse
afectivamente, tal y como la violencia de género en
las redes sociales que, aunque a priori pueda pare-
cer más inocua para las mujeres por ser menos física,
puede resultar de mucho más alcance y mucho más
dañina a largo plazo.
En este sentido, la inercia heteropatriarcal y machista
tan poderosa de antaño, sigue anclada en nuestras
estructuras, ejerce violencia contra las mujeres y per-
sonas LGTBIQ y dificulta la transformación de géne-
ro de nuestra sociedad en su conjunto. Además, los
machismos también se han actualizado, incluso más
rápidamente a las nuevas tecnologías y redes socia-
les. Allí, reaccionan ejerciendo más y nuevas violen-
cias también contra las mujeres empoderadas y las
feministas que los cuestionan. Por ello sigue siendo
crucial el fortalecimiento del feminismo en nuestra
sociedad en su conjunto y, específicamente, de los
ciberfeminismos que actúan en red y en las redes.