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REDES SOCIALES EN PERSPECTIVA DE GÉNERO: GUÍA PARA CONOCER
Y CONTRARRESTAR LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO ON-LINE
Además, plataformas como Facebook limitan la agen-
cia de las mujeres y el derecho sobre su propio cuerpo.
Las imágenes de mujeres desnudas o en topless en ac-
tos reivindicativos sí son censuradas como en el caso
de Mariana Pizarro. En el 2014 el beso de amor entre
dosmujeres lesbianas también fue censurado en Face-
book. Incluso, algunas plataformas caen en el absur-
do de censurar a madres amamantando a sus bebés,
por considerarlo contenido obsceno. El primer caso de
censura en facebook que salió a la luz fue en Chile en el
2011 y desde entonces se habían denunciado más de
400 casos. Una muestra más del control sobre el cuer-
po de las mujeres que parece que, al menos para el
caso de Facebook y gracias a las campañas de mujeres
parece que podrá revetirse prontamente.
3.7 Los agresores apoyados on-line
por los neomachistas
Los machistas también son muy activos en las redes
sociales. Aunque no siempre sus actuaciones son tan
extremas, sus comentarios y argumentos sirven de
base, justifican e, incluso, animan demasiadas agre-
siones amujeres y, también hacia personas del colecti-
vo LGTBIQ y otros colectivos minorizados. No hay más
que ver algunos de los comentarios que aparecen ante
noticias sobre mujeres asesinadas por sus parejas o
ex parejas que defienden el agresor y culpabilizan a la
víctima. Un claro ejemplo de ello seria el reciente caso
del tuit de Jose Alberto ante el tuit del ayuntamiento
de Málaga respecto al feminicidio en Mora. El agresor
apuntaba “algo haría la puta de ella para acabar así”
(Periodicoclm, 2017). Los machistas, además, no sólo
agreden a las mujeres sino a cualquier persona que
salga de sus cánones de género y orientación sexual.
Por ello también son comunes las agresiones a per-
sonas de colectivos LGTBIQ. Un ejemplo, en forma de
juego on-line,sería el “ass hunter” que, después de la
denuncia del observatorio contra la homofóbia, fue re-
tirado de la tienda google en 2015 (Vargas, 2015)
En relación a ello y en general ante las violencias de
género, los neomachistas, sobre todo, actúan en lo
políticamente correcto (Donoso-Vázquez y Prado,
2014). Afirman que la mayoría de denuncias de las
mujeres son falsas, que la igualdad ya se ha alcanza-
do, defienden el derecho a la vida para cuestionar el
aborto, afirman que la violencia no tiene género, se
muestran en contra del matrimonio homosexual y de
las leyes de igualdad y contra la homofóbia, etc, de
hecho, se presentan como víctimas de las nuevas le-
gislaciones de género, así como de las que llaman fe-
minazis. Sin embargo, generar este tipo de discursos
es extremadamente grave y contribuye a justificar las
violencias, y más cuando se es diputado del congre-
so español. Toni Cantó en el 2013 envió diversos tuits
poniendo en duda la violencia de género e, incluso,
afirmando que la mayoría de denuncias de las mu-
jeres eran falsas. Por suerte, ante la evidencia de los
datos públicos al respecto y de haberse equivocado
tuvo que disculparse (Requena, 2013).
