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PARTE 1. REDES SOCIALES, GÉNERO Y VIOLENCIAS DE GÉNERO
Al igual que antaño, además, una de las estrategias
machistas, fundamentadas en el heteropatriarcado,
ha sido desprestigiar y atacar los feminismos y a las
feministas y disidentes de género y sexuales. Como
apunta Momoitio (2014) este ataque organizado en
las redes, aunque aparente que no, se realiza para
evitar que nos reconozcamos sujetos oprimidos
y para que no actuemos conjuntamente tampo-
co ahora. Como ejemplo de ello, Momoitio (2014)
nos recuerda los casos vividos en Pikara Magazine,
como el de Alicia Murillo con el proyecto del cazador
cazado o de Emi Arias con las tetas y los toros. Por
ejemplo, el cazador cazado de la sevillana Alicia Mu-
rillo buscaba mostrar, denunciar y combatir el acoso
callejero sexista hacia las mujeres. Sin embargo, pa-
radójicamente, youtube la acusó de intimidar, aco-
sar y amenazar después de la solicitud de un grupo
de cibermachistas organizados y retiró todos sus
vídeos. Aún hoy Alicia Murillo sigue recibiendo cien-
tos de mensajes insultándola. Algo parecido con
insultos de todo tipo como “zorra”, “puta”, “femi-
nazi”, “gorda”, “amargada”, “ojalá os violen”, etc, así
como incluso amenazas de muerte tipo “feminazi
muerta, abono para mi huerta”, “algo malo pasa en
este país si Barbijaputa no ha sido asesinada aún”,
las reciben periodistas y tuiteras feministas como
la conocidísima @barbijaputa, June Fernández de
Pikara Magazine, Jessica Fillol de Locas del coño o
Anita saarkesian de Feminist Frequency, que denun-
ció el sexismo en los videojuegos y sus acosadores,
incluso, crearon un videojuego que consistía en dar
golpes en su rostro hasta que sangrara.
Las plataformas mediáticas y las redes sociales no
siempre reaccionan prontamente y adecuadamente
ante los ataques machistas a mujeres y feministas.
Incluso, en demasiadas ocasiones, los acaban prote-
giendo. Como apunta Momoitio (2014) este fue cla-
ramente el caso de la página de facebook “Pues te
violo”, que no fue retirada en su momento a pesar de
numerosas denuncias feministas. Algo parecido ocu-
rre con tantos comentarios de noticias, páginas de fa-
cebook, cuentas de tuitter, etc., que no son retiradas
o, si lo son, solo después de grandes esfuerzos por
parte de las feministas.
En cambio, las políticas de publicación de diversas
plataformas acaban actuando como censuradoras
de las mujeres, las personas LGTBIQ, las feministas y
sus reivindicaciones, así como les limitan su agencia.
Recientemente, en el 2017, Facebook censuraba el
monólogo feminista “No solo duelen los golpes” de
la jienense Pamela Palenciano y penalizaba la página
spanish revolution. Ya en el 2013 había censurado pá-
ginas feministas españolas tan relevantes como me-
mes feministas o feministas ácidas. También la pági-
na mejicana “no quiero tu piropo, quiero tu respeto”.
Páginas como facebook, aunque tienen la última pa-
labra al respecto, responden así a las denuncias en
masa de neomachistas, de manera que, en realidad,
los acaban protegiendo e, incluso, alentando.