Page 193 - La Negociación Colectiva en los Entes Públicos Locales de Andalucía
P. 193

 La proyección del Estado del bienestar en la función pública: negociación colectiva y nuevas prestaciones
   ción de la vida familiar con la laboral ya no es un problema individual o de la propia unidad familiar afectada –siendo en esa sede donde debe de ser solucionado- sino un problema colectivo respecto del cual existe conciencia social y respecto del cual se ponen en marcha medidas tendentes a resolverlo y/o minimizarlo. De este modo las familias habrán de contar con servicios sufragados por el Estado que permitan a sus miembros laboralmente activos compaginar su trabajo extra doméstico con las responsabilidades que derivan del cuidado de las personas dependientes de dichas familias, para así posibilitar que los tiempos laborales no se vean interferidos ni condicionados por estas circunstancias26.
Los efectos positivos de las medidas orientadas a la conciliación son bastante numerosos a nivel individual y familiar y, en última instancia, repercuten en benefi- cio de la sociedad toda27. Por la generación de estas ventajas y por la progresión y avance que comportan las políticas ligadas a la conciliación han acabado por contar con un importante respaldo social y comienzan a extenderse cada vez más.
Ciertamente las vías para conciliar trabajo y vida familiar han sido y son muy variadas. A las ya superadas y anticuadas, de la división del trabajo y la separación en función del género, y a la de la acumulación de tareas –la segregación del ám- bito doméstico y la sobrecarga de la doble jornada-, vienen a sumarse hoy en las sociedades desarrolladas otras estrategias individuales o colectivas que sirven a los mismos fines, pero que ya no tienen esa carga tan negativa, como la reducción de objetivos por parte de los sujetos afectados, la delegación colectiva de funciones, la secuencialización, la derivación hacia el mercado y las instituciones y el reparto de tareas28.
Las funciones públicas profesionales ofrecen un escenario casi ideal para la puesta en marcha de dichas políticas de conciliación, ya que aparte de estas
26 Resulta de interés recodar aquí el modo en el que ha quedado reflejado la política de conciliación en el acuerdo de Modernización de 2002 de la Administración General del Estado: “la ausencia de una política activa de conciliación que permita a trabajadores y trabajadoras compatibilizar el desarrollo de una carrera profesional y la culminación de sus aspiraciones laborales, con la fundación de una familia, tiene consecuencias negativas tanto para el conjunto de la sociedad, cuya expresión más evidente es la baja natalidad, como para aquellos trabajadores que se ven obligados a optar entre trabajo y familia, opción que, además, redunda en perjuicio de la organización, que muchas veces se ve privada de trabajadores con un alto potencial.
27 La incorporación de la mujer al mercado de trabajo constituye una prioridad social de primer orden.
28 Para lo expuesto hasta ahora hemos tenido muy en cuenta, por constituir perfectas síntesis de su problemática, los trabajos de M.A. Durán (Un desafío colosal) y Ll. Flaquer (Medidas públicas y estrategias privadas) sobre la conciliación del trabajo y la vida familiar publicado en la edición nacional del diario El País, de 5 de septiembre de 2004, p. 15.
   193
  

























































































   191   192   193   194   195