Page 228 - La Negociación Colectiva en los Entes Públicos Locales de Andalucía
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 LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA ANDALUZA
   miento hasta el punto de que el grado de especialización de los mismos estuvieran en consonancia con las necesidades de los servicios y las carreras profesionales de los funcionarios, atendiéndose al nivel de formación requerida en cada caso para el desempeño y no a una formación general, abstracta e inconcreta fruto de las titu- laciones estandarizadas que se tienen en cuenta en los procesos selectivos y que se perpetúan en sede de carrera administrativa.
A la vista del loable objetivo que persigue la medida la misma merece un juicio positivo, si bien no deben de perderse de vista los inevitables riesgos que pueden surgir en su implementación, ya que si se pierde de vista la idea de objeti- vación de los perfiles ésta puede ser la vía para que determinados funcionarios –en detrimento de otros mejor cualificados y más necesarios para la organización- se hagan con puestos mejor retribuidos los cuales, sin el juego de los artificios buro- cráticos, nunca hubieran debido obtener.
Igualmente, y conforme a idéntica perspectiva, el Acuerdo encomienda al IAAP el desarrollo de “los planes de formación específica vinculados con las nece- sidades de los puestos”, planes de formación bastante necesarios en la Administra- ción pública en general, cuya formación tradicionalmente se han desarrollado, de manera bastante precaria, puesto a puesto, en cada oficina pública en concreto y con muy poca o ninguna planificación en su conjunto.
El propio Acuerdo emplea con total rigor el vocablo plan lo que implica que deberá existir –al igual que sucede en otras muchas materias tratadas por el Acuer- do, pues esta es una constante del mismo- una verdadera planificación de cara a la formación que tome en cuenta todos los puestos de trabajo existentes y atienda a sus necesidades. Por último, cabe señalar que dicha planificación se podrá vertebrar en planes generales, sectoriales o específicos dependiendo de las circunstancias.
b) Desde la perspectiva personal, y en lo que parece una vertiente mucho mejor aprovechada por el Acuerdo, el mismo contempla la consecución de una serie de objetivos:
“La permanente adecuación y adaptación de las empleadas y empleados pú- blicos a las exigencias y requerimientos profesionales en la prestación de servicios públicos eficientes”. Se trata de una manifestación más de la búsqueda del máximo rendimiento del funcionariado disponible, pues sin dicha, “permanente adecuación a las exigencias y requerimientos profesionales en la prestación” comprometida, difícilmente los servicios públicos serán eficaces toda vez que las readecuaciones a los permanentes cambios de circunstancias e incluso de escenarios, al igual que se suceden éstos, han de ser constantes.
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