27
PARTE 1. REDES SOCIALES, GÉNERO Y VIOLENCIAS DE GÉNERO
Mutante»: “Succionado, absorbido por un vórtice de
banalidad... acabas de perderte el siglo XX […] Lo cau-
tivador es la mezcla de fundidos. El contagio ardoroso
de la fiebre del milenio funde lo retro con lo posmo, ca-
tapultando cuerpos con órganos hacia la tecnotopía…
donde el código dicta el placer y satisface el deseo».
Les siguieron la red Old Boys Network fundada en 1997
en Berlin compuesto por varias artistas y tecnólogas,
quienes organizaron dos congresos ciberfeministas y
publicaron las 100 anti-tesis de lo que no es el ciberfe-
minismo. Ambos colectivos fueron pioneros en generar
imaginarios radicales alrededor del ciberfeminismo.
Además, ciberfeministas como Plant (1997) plantea-
ron que el ciberespacio se relacionaba estrechamente
con los quehaceres desarrollados y tradicionalmente
adjudicados a las mujeres. Las tareas de comunica-
ción y compartir información entre los miembros de
las comunidades y familias, así como tejer redes tenía
mucho que ver con el género y las mujeres. Otras ci-
berfeministas como Padilla y Mezquita (2006) o Zafra
(2015), además, destacan que no sólo se va habitando,
haciendo y tejiendo, sino y sobretodo, cabe la posibi-
lidad de ir deshaciendo y destejiendo género y la red,
también desde afuera de las mismas redes. Decons-
trucción, ironía, juego, placer, parodia, performativi-
dad, exageración y sobreidentificación son algunas de
las actitudes y estrategias usados por estas ciberfemi-
nistas para cuestionar las identidades de género y la
cultura tecnológica establecida (Salas, 2008).
Wu Ming Foundation -
/
