Las herramientas o técnicas en las que se apoya la gestión del conocimiento son por definición; medios que buscan identificar, recopilar y compartir el conocimiento. Son múltiples y van evolucionando con el curso del tiempo.
Algunas nacieron con la palabra hablada, como la conversación, que continúa siendo valiosísima y de la que si eres seguidor de nuestro blog, sabrás que somos absolutos fans. Otra herramienta que sobrevive y evoluciona en el tiempo es la revista, de esta quiero hablar en este post, os contaré brevemente algo de su historia, os diré que es tan importante como medio que: el Programa Embajadores del Conocimiento incluye desde su inicio como uno de sus proyectos la edición de la revista, EnRed@2.0, os recomiendo encarecidamente su lectura, es amena y participativa.
Otras han ido surgiendo de forma paralela al desarrollo de las TICs como Internet, los blogs o las wiki, intranet, softwares colaborativos o diseñados específicamente, se complementan con redes sociales que actúan como amplificadores .
En cualquier caso su supervivencia depende de su capacidad de adaptación, y la rapidez con que lo hagan.
La pandemia COVID-19 ha generado nuevas necesidades y nuevas respuestas en todos los aspectos de la vida. En materia sanitaria ha habido que actuar rápido y las revistas sanitarias, que continúan siendo una herramienta eficaz de transmisión de conocimiento, han tenido que adaptarse a la nueva situación de forma muy rápida para continuar siendo un instrumento eficaz
1.La revista: un poco de historia
Como os decía la revista es uno de los medios de comunicación más antiguos, y que más ha evolucionado a lo largo de la historia. Pero para conocer su trayectoria, hay que saber, que antes hubo un invento que revolucionó todo en cuanto a lo que se conocía en la comunicación, y conocimiento, este invento revolucionario fue la imprenta. Pero la cosa no sucedió de la noche a la mañana, hubo dos siglos de diferencia entre la llegada de la imprenta y la primera revista.
Conocemos que el nacimiento de la imprenta fue en el año 1440, por Johannes Gutenberg, que tenía el objetivo de conseguir una forma de poder traspasar conocimientos en masa por primera vez en la historia humana. Pero lo que se puede considerar la primera revista, fue un periódico mensual, en el año 1663 por el teólogo y poeta alemán Johann Rist, que es considerado uno de los primeros ejemplos modernos de revista, que tuvo una gran repercusión y que se extendió su gran idea con publicaciones similares por Inglaterra, Francia e Italia.
Conocer la historia y el desarrollo de las revistas científicas es, también, entender la importancia de los flujos de información y la difusión del conocimiento, y cómo éstos han ido evolucionando.
1.1. Y llegó la ciencia, el nacimiento de las revistas científicas.
La primera revista científica se considera que es el Journal des Sçavans que se empieza a publicar el 5 de enero de 1665, en Francia. Justo el 6 de marzo del mismo año aparece el primer número de las Philosophical Transactions of the Royal Society of London la primera revista científica en inglés.
Journal des Sçavans se dejó de publicar durante la Revolución Francesa y reapareció regularmente en 1816, ahora ya con el nombre de Journal des Savants y más orientada a ser una revista literaria y menos de material de investigación. En la web de la Biblioteca Nacional de Francia podéis acceder a los números de la revista desde el primero
Por su parte, la revista inglesa se continúa publicando. Como curiosidad hay que entender que el concepto filosofía natural (en inglés natural philosophy) se refería a lo que ahora entendemos por ciencia. De aquí también que, en inglés, los doctorados de ciencias se continúen llamando Philosophiae Doctor (PhD)
1.2. La explosión del conocimiento científico explícito.
Hasta entonces, el conocimiento científico se acostumbraba a difundir mediante libros y tratados. Durante unos 200 años, poco a poco se van creando nuevas revistas, cada vez más ligadas no a la ciencia en general, sino a disciplinas cada vez más especializadas.
Entre los siglos XVII y XVIII el número de revistas pasó de unas 35 a cerca de 400. A menudo, las revistas científicas quedan vinculadas a sociedades científicas, agrupaciones territoriales o temáticas en las que los autores, también científicos, escriben y se pueden enterar de los nuevos avances en investigación.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se inicia la llamada explosión informativa, consecuencia, en parte, de los nuevos avances en ciencia y tecnología alcanzados durante el periodo de guerra. Los científicos se enfrentan con esta explosión, que puede ser considerada como la continuación del crecimiento exponencial de la información científica, retomada después del conflicto bélico.
1.3. Luces y sombras en las revistas científicas ¿Es necesario evolucionar?
En cuanto a las revistas científicas, en los años 1980 entran en una situación crítica que viene determinada por varios factores, por un lado un aumento excesivo del número de materiales publicados, en parte por la presión que reciben los científicos para publicar (el llamado “publish or perish”).
También la constante aparición de nuevas disciplinas y ciencias, normalmente acompañadas de las correspondientes nuevas revistas. Además de un aumento importante del precio de las publicaciones que sumado a la aparición de las revistas electrónicas y la aparente facilidad de publicar en Internet han sido determinantes.
A pesar de estas problemáticas, actualmente las revistas científicas continúan siendo la principal fuente de información para la difusión del nuevo conocimiento, en un formato web en su mayoría, más elaborado y trabajado, que los congresos científicos y en un formato más rápido y breve que la publicación de un libro.
Uno de los puntos fuertes de las revistas es la evaluación por parte de expertos, el peer-review, que permite que previamente a la aceptación de un artículo, éste sea evaluado por expertos de la disciplina con el objetivo de darle un filtro de calidad.
2. Las revistas científicas sanitarias y la COVID 19: Un ejemplo de evolución.
Las revistas de carácter científico sanitario tienen una importante función como gestoras de conocimiento científico para la atención sanitaria, poniendo a disposición de profesionales, decisores sanitarios y público información de calidad y relevante.
El brote actual de infección por coronavirus es una amenaza para la salud pública y que además genera nueva información que cambia a gran velocidad.
Con el tiempo, con toda probabilidad, se acabará teniendo una visión a largo plazo de cómo gestionar y prevenir las epidemias, y como tratar de una forma eficaz la enfermedad, pero desde el inicio de la pandemia hasta ahora continua siendo necesario información actualizada y fiable.
Esta rápida adaptación al momento se ha hecho patente en la mayor parte de las revistas de prestigio en materia de salud y de esto dan buena cuenta publicaciones como Gaceta Sanitaria o New England Journal Medicine
Como ellas mismas han descrito en algunos de sus editoriales y para poder ofrecer a los lectores de forma transparente la mejor información disponible de forma muy rápida, han tenido que ir implantando nuevas prácticas a lo largo de este tiempo de pandemia COVID-19 con 2 objetivos fundamentales:
- Facilitar con prontitud el conocimiento científico relevante sin comprometer el rigor del proceso de revisión por pares, creando una línea de gestión rápida ( fast track ) para los artículos sobre COVID-19.
- Poner a disposición de la audiencia opinión y conocimientos relevantes para la toma de decisiones.
2.1. ¿Cómo lo han conseguido?
2.1.1. Compartiendo el conocimiento.
Desde las propias publicaciones han animado a los autores a compartir con las autoridades sanitarias la información relevante sobre el brote actual de COVID 19 lo antes posible, previa aprobación por parte de los autores, las revistas comparten los resultados con la Organización Mundial de la Salud. También promueven la publicación de trabajos en servidores de preimpresión, es decir artículos ya aceptados pero que se encuentran en fase de revisión de estilo y maquetación previo a la finalización de todo el proceso de edición
2.1.2. Evaluaciones rigurosas.
Se han intensificado las evaluaciones de los trabajos enviados, acortando los tiempos y, si procede la publicación se aceleran todos los pasos editoriales para que estén disponibles lo más rápido posible. Cuidando mucho que la presión por la publicación de artículos de COVID-19 de parte de las revistas científicas no suponga un riesgo importante que afecte a la integridad científica de manera adversa. Por muy rápido que se requiera tener acceso a nuevos conocimientos, el método científico precisa tiempo. Una vez que finaliza un trabajo de investigación también requiere tiempo el proceso de publicación. Solo mediante una adecuada evaluación editorial y revisión por pares, las personas editoras filtran de manera eficaz los artículos que merecen ser publicados, y rechazan las investigaciones inválidas, erróneas o poco relevantes.
2.1.3. Gratuidad y accesibilidad.
Han establecido medios para que los artículos de importancia sobre el brote de coronavirus están disponibles rápidamente y de forma gratuita en páginas webs a partir del momento de su publicación y creando espacios dentro de las propias webs donde se agrupa el conocimiento sobre COVID-19, junto con enlaces esenciales para sanitarios
2.1.4. Creando redes y teniendo presencia en canales populares.
También han usado otras formas rápidas de transferencia de conocimiento en una pandemia, las publicaciones han intensificado su presencia en redes sociales y estas están desempeñado un papel fundamental en la difusión rápida de las actividades que realizan las revistas. Apoyándose en los canales de Facebook y Twitter para informar puntualmente de la publicación de nuevos artículos COVID-19 y nuevos vídeos en el canal de YouTube. Lo que también les ha supuesto un aumento del número de seguidores el caso de Gaceta Sanitaria han desarrollado una línea audiovisual a través del canal de vídeos de Youtube en colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública, que ha permitido recoger los testimonios y puntos de vista de las personas expertas en diversos temas. Recogiendo la perspectiva de los pacientes y de los/ las profesionales de la salud.
2.1.5. Pero eso no es todo…
También ha sido necesario continuar publicando artículos no relacionados con COVID 19, manteniendo la intensidad y la calidad habitual en su gestión editorial.
La necesidad de información científica de calidad por parte de la comunidad científica y el público en general se ha visto reflejada en un aumento notable de las visitas en las páginas webs de las revistas, que se inició en los primeros meses de la pandemia y que no ha decaído a propósito de las vacunas.
“Destapa el conocimiento”
¡Participa!
Una revista puede ser utilizada como herramienta de gestión del conocimiento, establecimiento de redes dentro de la Junta Andalucía y aportando una información valiosísima.
El proyecto de Embajadoras/es del Conocimiento edita periódicamente EnRed@2.0 «Revista Digital por y para emplead@s de la Junta de Andalucía». Si además de leerla quieres participar no dudes en ponerte en contacto con revista.iaap@juntadeandalucia.es
¡Investiga!
Las publicaciones científicas se caracterizan por desarrollarse a partir de unos objetivos bien definidos, un desarrollo riguroso en base a una metodología y una exposición basada en la comunicación de resultados al resto de la comunidad científica, y, en ocasiones con un estilo más divulgativo a la población en general.
¿Podrían ayudarnos estas pautas en el desarrollo de nuestros trabajos y proyectos? Si hablamos en términos de gestión del conocimiento es muy posible. Por ello, os proponemos las siguientes lecturas:
Cómo elaborar un artículo científico
Imagen: Realizada con Canva