Cada puesto de trabajo requiere de unas competencias específicas para el desempeño de las actividades del modo más eficaz posible y unas «competencias transversales « relacionadas con la capacidad de comunicar con efectividad con los demás. Todo ello nos remite al concepto de inteligencia emocional, como habilidad para reconocer emociones propias y ajenas, a fin de poder gestionarlas y controlarlas para una vida propia y colectiva satisfactorias en todos los ámbitos, y por ende en el laboral.
La linfografía de red tecnológica nos ilustra sobre la inteligencia emocional en el trabajo y el valor que entraña la comprensión de las emociones, lo que nos permitirá entender su importancia de una manera gráfica.
http://www.redtecnologica.org/blog/wp-content/uploads/2016/05/inteligencia_emocionalresized.jpg
Durante los últimos años, el coeficiente intelectual ha aumentado significativamente en las personas, gracias a la alimentación, a los videojuegos, a los rompecabezas, etc. sin embargo, pareciera que el coeficiente emocional, va en disminución (Goleman, 1999).
“La inteligencia emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el coeficiente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia” (Daniel Goleman, Harvard Business Review.)
El libro The emotional intelligence quickbook Travis Bradberry y Jean Greaves afirman: “La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, entender y manejar las emociones en nosotros, y en la interacción con otros”.
Los últimos descubrimientos realizados por Daniel Goleman y el Consorcio para la Investigación sobre Inteligencia Emocional en organizaciones (Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations) nos indican claramente que la Inteligencia Emocional (IE) es el factor de éxito más importante en cualquier carrera, más que el Coeficiente Intelectual (CI) o la pericia técnica. De hecho la Inteligencia Emocional es responsable de entre el 85 y el 90% del éxito de los líderes de las organizaciones.
“Cada vez resulta más evidente que lo que realmente importa a la hora de obtener un rendimiento superior en los puestos de dirección y en los líderes de las grandes empresas, no son sólo sus currículos y CI (Coeficiente Intelectual) si no también la manera en que se relacionan consigo mismos y con los demás” (Goleman 1998).
También es extrapolable al resto del personal y a toda la organización porque el modo de comunicar es clave en los equipos de trabajo, y resultará fundamental para la productividad y el rendimiento, propiciar un buen clima laboral.
En inteligencia emocional, conocer nuestras emociones y sentimiento no significa estar siempre alegres,si no saber estar triste y controlar sentimientos negativos que sacan lo peor de nosotros, como la ira o el enfado, para aprender a controlarlos y evitar el estrés y la tensión.Redundará en unas relaciones más serenas y equilibradas,que nos beneficiarán internamente y externamente, al favorecer las buenas relaciones con los demás en nuestro entorno.
Aprender a reconocer nuestras emociones, es el primer paso para aprender a manejarlas y evitar que sean ellas quienes nos manejen a nosotros.
https://www.youtube.com/watch?v=83MzL3YGR3M
Para manejar las emociones, sean nuestras o ajenas, será esencial la asertividad y tener en cuenta éstos cinco aspectos básicos:
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Autoconciencia emocional : Implica tener conciencia de nosotros mismos, para distinguir claramente qué tipo de emoción estamos teniendo y no confundirla.
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Autorregulación o autocontrol emocional. Implica transparencia emocional, capacidad de adaptación, logro y optimismo, lo que posibilitará la flexibilidad para cambiar lo que requiera ser cambiado. En éste sentido puede resultar útil la PNL o programación neurolinguística, que puede ayudarnos a corregir ciertos hábitos que nos impiden dicho autocontrol.
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Habilidades sociales o relaciones interpersonales. que incluyen la comunicación verbal y no verbal, liderazgo y capacidad de persuasión.
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Empatía o reconocimiento de las emociones de los demás. empatía , capacidad de ponerse «en los zapatos» de los otros.
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Automotivación. Es el motor de nuestros actos.Trabajar nuestros niveles de motivación es la clave para disponer de nuevas habilidades que nos permitan conseguir los objetivos que nos propongamos.
La emoción como estado afectivo subjetivo experimentado durante un periodo relativamente corto de tiempo genera una manera de funcionar determinada en nuestro organismo que favorece un tipo de conducta concreta, otorga a la experiencia interna o externa un valor que condiciona el modo en que actuamos, también influenciado por las circunstancias ambientales del momento y las vivencias y aprendizajes previos que se hayan tenido.Consideramos las emociones positivas o negativas, en función del tipo de activación que genere en nosotros y la asociación entre dicha activación y la experiencia vivida. Las positivas son placenteras (alegría, optimismo, relajación, etc..) en tanto las negativas duelen o incomodan (tristeza,ira, desilusión etc..).Otras emociones como la situación de espera a que algo acontezca, son neutras, porque aún no han producido un resultado de placer o de dolor y tienen función adaptativa para el organismo, en tanto sucede el hecho que desencadenará la emoción positiva o negativa, son el estado previo que precede a la situación de felicidad o desesperanza.
La inteligencia emocional nos permite gestionar con acierto esas emociones negativas inevitables, para que no se apoderen de nosotros y sepamos reconducirlas, de manera que no nos limiten ni condicionen, si no que seamos nosotros quienes tengamos las riendas de nuestra propia vida y su control. Para ello es interesante seguir las pautas, recomendadas por el psicólogo Oscar Castillero Mimenza https://psicologiaymente.net/psicologia/gestionar-emociones-negativas con alguna variante adicional
1. No las bloquees:
No deben evitarse ni ignorarse, hay que aceptarlas tal y como se producen y aceptar que debemos afrontarlas.
2. Valora porqué aparecen y qué quieren decirte:
Debemos hacer un ejercicio no solo de percepción sino también de razonamiento a nivel emocional sobre estas cuestiones y analizar por qué se produjeron y qué la motivó.
3. Utiliza técnicas de meditación o relajación:
Utiliza el método que para tí sea más efectivo para desconectar y tranquilizarte, para recobrar el poder de pensar con serenidad, sin alteración. Busca lo que te haga recobrar la calma para adoptar la mejor decisión sin dejarte llevar por la emoción negativa del momento, que luego podría pesarte y hacerte lamentar tu modo de actuar.
4. Exprésalas:
Ocultarlas y reprimirlas puede generar un efecto acumulativo que va a hacer que nos sintamos cada vez peor y que lo que debería ser adaptativo se vuelva perjudicial e incluso patológico. Aprende a expresarlas de diferentes maneras pero con tranquilidad déjalas fluir y que aparezcan y desaparezcan de un modo normal y adaptativo.Deben existir, ser tenidas en cuenta porque expresan lo que sientes o lo que se te hizo sentir, pero no pueden adueñarse de tu vida ni de ti, de modo que ya no puedas dirigir tu vida. El equilibrio es lo que debe lograrse para saber expresarlas.
5. Dales respuesta:
No se trata solo de saber porqué están ahí o limitarse a expresarlas, sino que también es preciso responder a la necesidad que están expresando.
6. Intenta que no te dominen:
Aprende a gestionarlas para que te resulten funcionales no limitantes.
7. Valora otras situaciones que despertaron sentimientos semejantes o los efectos que puedan producir esas emociones:
Intenta recordar cómo afrontaste situaciones semejantes sin estresarte si eso te funcionó, y vuelve a usar el método que entonces aplicaste, o incluso piensa en las consecuencias que podrían derivarse de la mala gestión de tus emociones del momento, si les das rienda suelta y no las canalizas, eso te ayudará a decidir mejor.
8. Observa a los demás:
Aprender en función de cómo los otros expresan emociones y cómo las gestionan puede permitir identificarlas en los demás sino autoidentificar aspectos como los síntomas fisiológicos o maneras de actuar. El uso de modelos que nos enseñen a hacer frente a situaciones y emociones también puede ayudar.
9. Escríbelas:
Escribir en un diario o algún tipo de autorregistro puede servirnos para observar qué situaciones nos generan determinadas emociones, y nos puede ayudar a entenderlas y entendernos. Dentro de nosotros están gran parte de las soluciones y escribiendo las podemos ver y nos permitirán comprenderlas para poderlas resolver o al menos para saberlas encauzar hacia nuestro bienestar emocional.
Y si necesitas un «coup de pouce», «nudge» o empujoncito….
…..éste test de motivación de WebConsultas, permitirá que conozcas tu nivel de motivación. Resulta muy ilustrador, y siempre es un buen comienzo de automotivación en la mejora de nuestras habilidades, y el desarrollo de todas nuestras capacidades:
https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/test-de-psicologia/test-de-motivacion-2813
Sevilla a 24/06/18
Laura Martín.