La reforma del Estatuto en el debate sobre el Estado de la Comunidad
DOI:
https://doi.org/10.46735/raap.n58.304Resumen
El debate sobre el estado de la Comunidad sirvió, en efecto, al Presidente de la Junta para anunciar el calendario que, a su juicio, debía seguir la reforma, aunque naturalmente, como no dejó de precisar al comienzo de su intervención, “es al propio Parlamento, obviamente, a quien corresponde marcarse sus ritmos”. Según su criterio, “la propuesta de reforma debe estar lista para su tramitación en el Parlamento en el próximo periodo de sesiones, de manera que se pueda enviar a las Cortes Generales a principios de 2006 y el referéndum pudiera tener lugar en 2007”. La relativa rapidez que entendía aconsejable imprimir al proceso de reforma la entiende justificada, toda vez que “se han dado pasos significativos en el necesario consenso. En primer lugar, porque se han superado las reservas que, inicialmente, algunos pudieran tener sobre la necesidad o la oportunidad de la propia reforma. Hoy, todos estamos de acuerdo en esa cuestión de principio, y es importante. Pero, en segundo lugar, porque, después de conocer y analizar las propuestas de todos los partidos, se aprecia que hay muchas más coincidencias que discrepancias en esas propuestas”.