The Coalition Government Program
DOI:
https://doi.org/10.46735/raap.n82.924Abstract
El resultado de las elecciones celebradas el 25 de marzo supuso un cambio apreciable respecto de anteriores convocatorias electorales, por más que no llegaran a producirse las hondas transformaciones que, tozudamente, habían coincidido en vaticinar prácticamente todas las encuestas. De un lado, como reconocería al principio de su intervención en la sesión de investidura el candidato a la presidencia, “por primera vez, desde el comienzo de nuestra autonomía andaluza, la fuerza pública más votada no ha sido el partido socialista”. En efecto, del total de ciento nueve escaños a cubrir, cincuenta fueron los obtenidos por el Partido Popular, por cuarenta y siete del PSOE y doce de izquierda Unida. Pero, de otra parte, la victoria electoral del partido popular no fue lo suficientemente holgada para alcanzar la mayoría absoluta de los escaños y, en consecuencia, salvo la improbable reproducción de la experiencia extremeña, el paso al ejecutivo presumiblemente le sería bloqueado por la mayoría de izquierdas. Así fue; el Partido Socialista e Izquierda Unida alcanzaron un acuerdo que, una vez ratificado por el Parlamento, permitió la constitución de un gobierno de coalición. La sesión de investidura del Presidente de la Junta giró, pues, esencialmente.