EL PODER DE LA CONVERSACIÓN III: ESPACIOS Y TIPS

Al alcance Comunicación Gestión del conocimiento

Ya conocemos los beneficios de la conversación, que es una gran herramienta para la gestión del conocimiento, blah, blah, blah… pero, ¿realmente se está utilizando en las administraciones públicas? ¿Sabemos conversar? 

Si lo pensamos, la conversación está trascendiendo los escenarios tradicionales. Ya no es solo una forma de relacionarse con los compañeros y compañeras más cercanos cuando tenemos la oportunidad de escaparnos de la vorágine laboral. Se está intentando recuperar el tiempo perdido y las administraciones públicas comienzan a incentivar, aunque de forma tímida, la conversación en sus entornos de trabajo. La creación de nuevos espacios ya no solo tiene un origen organizacional, sino que también se produce por propia iniciativa de las personas que trabajamos en lo público y  con nuestra necesaria participación. 

Igualmente, cada vez más empleados y empleadas de las administraciones públicas  aumentan su interés para sacarle partido a una forma de relacionarse que se antoja como natural e innata y que puede mejorarse con unas pequeñas pautas. 

Por ello, en este ¿último post? de la serie dedicada a la conversación, vamos a centrarnos en “Espacios y Tips conversacionales”. 

Espacios de Conversación

Bares qué lugares, máquinas de café, pasillos de paso y puntos de encuentro, pequeñas celebraciones o la comida de navidad, eran los espacios que tradicionalmente se utilizaban para conversar,  siempre fuera del tiempo de trabajo o en sus interludios porque conversar en términos laborales era (¿y es?) “perder el tiempo”.  

Hoy en día la situación no ha variado demasiado, pero se está incentivando su utilización dentro del entorno y tiempo laboral. Ya no es extraño encontrar esta “herramienta” dentro de las formaciones de habilidades directivas o los programas de liderazgo emergente, un claro síntoma de querer buscar una administración pública más humana y participativa desde dentro.

Sin embargo, su naturaleza casual y sin un objetivo determinado  la deja en desventaja con todas esas herramientas destinadas a gestión de proyectos que suelen responder a siglas: DAFO, SMART, SCRUM, GROW, CPM, PERT y muchas más…. olvidando que, en términos de ergonomía, la conversación gana a todas, y que en todo caso, no resulta incompatible con las anteriores. No se puede negar que la conversación puede hacer aflorar el conocimiento de las personas de una forma espontánea,  facilitando la consecución de objetivos y la resolución de problemas. 

Algunos ejemplos

Como resultado del trabajo colaborativo y la necesidad de aprendizaje es más habitual encontrar espacios creados en torno a la conversación, cada vez más fáciles de originar por la democratización tecnológica de las comunicaciones: 

Mujeres del Sector Público (MSP) es un ejemplo de ello con sus #Conversatorios o  sus #CafésVirtuales. Las charlas múltiples online se han convertido en una constante, @MujeresSP propone un espacio en que la participación y la escucha activa  son dos de sus principales valores, promoviendo un aprendizaje dialógico entre quiénes participan. 

Los procesos de Mentoría que ofrece el IAAP, apuestan por crear una relación entre persona Mentora y persona Telémaca a través de la conversación. Normalmente estas figuras no comparten área de conocimiento y centro de trabajo, pero las diferentes experiencias de cada cual y sus inquietudes lo convierten en un proceso altamente enriquecedor. Suelen producirse encuentros informales en cafeterías, o, en el centro de trabajo de cada uno mostrando al otro situaciones y puntos de vista diferentes, saliendo de los espacios  habituales y de la zona de confort de quienes participan. 

Los medios virtuales  y  las interacciones en redes sociales pueden ser  otra forma de conversación, potente, actual y sin distancias.  Foros web, videoconferencias, Twitter, Facebook, LinkedIn, Instagram, incluso nuestra querida, “Red Profesional” son espacios en donde podemos encontrar y generar conversación. Sin embargo, estos canales no están exentos de los mismos esfuerzos para generar una conversación genuina.

Tips conversacionales 

La aparición de espacios por sí solos no tienen porqué incentivar la conversación, igual que un tú a tú no tiene porqué derivar en esta.  No es extraño encontrar lugares que o bien intentando ser espacios de conversación, o intentando simularlos, no consiguen más que la sucesión de monólogos  en el mejor de los casos, o (en el peor),  una exposición persuasiva en busca de aceptación ciega pervirtiendo su uso. Por esta razón os queremos proporcionar una serie de recomendaciones conversacionales. 

Si consideras la conversación como una disputa en donde enfrentas tus ideas con las de otro, o ni siquiera las tienes en cuenta, y tus opiniones y conocimientos son los únicos válidos, te recomendamos:  “El arte de tener razón” de Arthur Shopenhauer, expuesto en 38 estratagemas que asegurarán  tu victoria. 

En cambio, si consideras la conversación como herramienta caórdica, sin un objetivo predefinido pero que favorece el  aprendizaje, o, como una forma de  disfrute  que nos permite conocer otros puntos de vista, otras experiencias, otras personas… Quizá estos Tips, basados en los propuestos por Celeste Headlee, te sean útiles:  

1.Escucha de forma activa

Eso significa, que escuchemos para aprender, no para responder  o para volver a preguntar.  Si estamos pensando en lo próximo que vamos a decir no estamos escuchando. 

2.Céntrate

Estás conversando, tus sentidos deben de estar puestos en la persona y la conversación, no en el móvil o en el partido de pádel de este sábado. 

3.Sé flexible 

La conversación no se resume en una sigla, no se desarrolla con un guion, ni tu interlocutor es un personaje. La conversación es un proceso dinámico que requiere una adaptación continua y es posible que te lleve por caminos inesperados. 

4.Sé una persona honesta

Si no sabes algo, acéptalo. No tengas intenciones ocultas en la conversación, si estás intentando persuadir o demostrar la fantástica persona que eres estás jugando a otro juego. 

5.No es una competición

Cada experiencia tiene sus particularidades. Tómate la conversación como un proceso de sorprendizaje no como un momento para la autopromoción y exaltación del yo. 

6.Deja que fluya, bienvenid@ a lo caórdico

Sintoniza con tu interlocutor y la conversación. Prepárate para sorprenderte y que no afloren tus instintos controladores. 

7.La conversación nos hace mejores

Las conversaciones siempre nos aportan algo, te caiga bien o no el interlocutor, estés de acuerdo o no con sus ideas. Aparte de otros beneficios, la otra persona siempre sabrá algo que tú no, o habrán tenido alguna experiencia desconocida para ti de la que podrás aprender. 

8.No te enredes, ni te repitas

Está bien que muestres tu opinión pero tampoco hace falta que te embarques en detalles innecesarios o que martillees  a tu interlocutor una y otra vez con las mismas sentencias. Confía en que tu interlocutor también está en la conversación y te está escuchando. No le canses.

9.Las Cinco W y una H potencia la  conversación, pero no la conviertas en un interrogatorio

Las preguntas abiertas dan lugar a una conversación más profunda y permiten a tu interlocutor desarrollarla de una forma más concreta. 

Las cinco W y una H es una técnica milenaria para la emisión y obtención de información, y es utilizada en ámbitos muy diversos. Aunque tenga su origen en Hermágoras de Temno (S. I a.c.), su nominación popular surge de su  extensiva aplicación periodística  desde el  siglo XX. Esta técnica consiste en responder a los interrogantes ¿qué, quiénes, cuándo, dónde y por qué? (Las cinco W, ya que comienzan por está inicial en inglés) y ¿cómo? ( La H) a la hora de elaborar mensajes. Hum, volvamos al post

10.No la alarguen innecesariamente

Como ya hemos dicho la conversación no es una competición, tampoco un deporte de resistencia. No hay necesidad de terminar agotados. El tiempo es una de las cuestiones más difíciles, ya sabemos que el tiempo es relativo. Pero, si  el arte del tiempo es cosa de cada quien, en esta ocasión hay más participantes y lo que se suele decir en estos casos “lo poco gusta, lo mucho cansa”, disfruta y céntrate (centraos) en lo que os importa. 

Y todo llega a su final…

Para terminar las recomendaciones y esta serie de posts, puede que la conversación no la veas como una disputa pero tampoco como una forma de disfrute, aprendizaje y conocimiento. Puede que solo sea un breve paréntesis en tu quehaceres  diarios, o simplemente una situación que te produzca cierta incomodidad  y que quieres quitarte de encima con cierta “educación” cada vez que se produce. Entonces, te recomendamos unas técnicas de “postureo conversacional”, que si bien no te servirán para mantener una buena conversación al menos parecerá que muestras cierto interés: Mira a los ojos; busca un tema interesante; mira, asiente y sonríe para que sepan en todo momento que les prestas atención; repite lo que escuchaste o resúmelo, así tu interlocutor se sentirá escuchado; y por último,  olvídalo todo, no vaya a ser que en vez de parecer que prestes atención la acabes prestando. 

 

Destapa el conocimiento

¡Investiga!

Recomendamos encarecidamente la charla TED: How to Have a Good Conversation de @CelesteHeadlee, fuente principal de inspiración de los Tips propuestos. 

La conversación abarca gran diversidad de ámbitos, en el fondo es una manera de relacionarnos entre personas, con el mundo y con nosotros mismos. Como ejemplo, recomendamos visitar el Sorprendizaje propuesto  por Ramón Barrera: “Cómo acabar con una educación aburrida” que muestra la potencia de la conversación como forma de relacionarse y forma de aprendizaje, en este caso, en las aulas. 

El Blog “TripleAD”: Aprendiendo a Aprender para el Desarrollo va un paso más allá, tratando el Diálogo como gestión del Conocimiento a través de su focalización para la obtención de resultados. 

¡Participa!

 

 ¿Tienes algún espacio de conversación virtual o presencial que te produzca una especial satisfacción? Cuéntanoslo con el hashtag #ConversaciónyConocimiento


Imagen: Realizada con Canva, Imagen Original : Werner Pfenning

 

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