MANUAL PRÁCTICO DE TÉCNICA NORMATIVA
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Dispone esta directriz que en la redacción de las disposiciones se mantendrá el orden
siguiente:
a)
De lo general a lo particular.
b)
De lo abstracto a lo concreto.
c)
De lo normal a lo excepcional.
d)
De lo sustantivo a lo procesal.
Estas pautas son útiles no solo para establecer el orden de los distintos preceptos dentro
del conjunto de la norma, sino también para la redacción de un precepto o incluso de un apar-
tado del precepto.
Veamos algún ejemplo.
El artículo 36.1 de la Ley 30/1992:
1. La lengua de los procedimientos tramitados por la Administración General del Es-
tado será el castellano. No obstante lo anterior, los interesados que se dirijan a los órga-
nos de la Administración General del Estado con sede en el territorio de una Comunidad
Autónoma podrán utilizar también la lengua que sea cooficial en ella.
Como puede comprobarse, se establece en primer lugar la regla general y a continuación
la excepción.
3. Único objeto
La directriz 3 establece que en la medida de lo posible, en una misma disposición deberá
regularse un único objeto, todo el contenido del objeto y, si procede, los aspectos que guarden
directa relación con él. En este sentido, en los supuestos de reglamentos de ejecución de una
ley, se procurará que sean completos y no parciales.
Expresa un deseo, siendo plenamente consciente de las dificultades que, en la práctica,
puede plantear su cumplimiento. Por ello va precedida de la expresión
“
en la medida de los
posible
”
.
Ciertamente sería deseable que se cumpliera.
En primer lugar, hace referencia a un único objeto. Se trata de evitar normas que aglutinen
distintas materias inconexas. Ejemplo paradigmático de este tipo de normas son las denomi-
nadas “leyes de acompañamiento” que anualmente acompañaban a las leyes de presupuestos.
El origen de estas leyes de acompañamiento se encuentra en los límites del posible contenido
